La bergenia (nombre científico Bergenia crassifolia), pertenece a la familia de las Saxifragaceas. En su medio natural habita en bosques, roquedos, de 1100 a 1800 m de altura, en Xinjiang (norte de Corea, norte de Mongolia y Rusia).
Florece de marzo a junio, y aunque su inflorescencia es destacable, probablemente es mucho más conocida y apreciada por sus hojas, dispuestas en forma de roseta basal, siendo una de las especies más ampliamente cultivadas en maceta.
Es una planta perenne, glabra, de 15-30 cm de altura, con rizoma engrosado, hojas de 15-30 cm, todas en roseta basal, gruesas, brillantes, anchas, y tallos floríferos de hasta 30 cm, con numerosas flores de diez a doce pétalos de color púrpura rosado brillante, de 7-8 mm de longitud.
Se puede cultivar a pleno sol, si el terreno es húmedo, también a media sombra, crece bien bajo otras plantas. Indiferente al tipo de suelo, siempre que sea permeable. Prefiere humedad y el sustrato rico en materia orgánica.
Se multiplica por rizomas, que se pueden dividir en otoño para aligerar las matas demasiado grandes y espesas.
Bergenia crassifolia
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